viernes, 12 de abril de 2013

Convertir los sueños en realidades


El ser humano debe mantenerse activo física, espiritual, mental y socialmente; o sea estar abierto al aprendizaje y crecimiento integral en beneficio propio y de la sociedad. El mundo actual lo exige, por lo tanto debemos estar informados, sensibilizados y preparados para decidir convertir los sueños en metas y luego en realidades. En este sentido los sueños al establecerles fecha, recursos y conocimientos se convierten en metas que luego al iniciarlos y sistemáticamente dar continuidad se transforman en emprendimientos o proyectos, por lo tanto deben cumplir con el proceso gerencial de planificación, organización, dirección, control y evaluación.

            Este proceso conlleva también a la cohesión que debe existir entre los pensamientos, conocimientos y plan de acción que podemos desglosar con diferentes enfoques o significados. En cuanto a los pensamientos no es más que la pasión, entusiasmo, carácter, actitud, compromiso y voluntad, aspectos determinantes para cualquier proyecto o emprendimiento. En cuanto a los conocimientos nos referimos al proceso para estructurar equipos de trabajo, documentación, estrategias y métodos, aspectos que darán garantía de calidad, sustentabilidad y vialidad. Y en lo que se refiere al plan de acción, su diseño incluye metas y lapsos a corto, mediano y largo plazo, presupuesto, recursos, responsables o líderes, variables que garantizan eficiencia, eficacia y vigencia en espacio y tiempo.

            Este proceso gerencial es aplicable para todos los proyectos o emprendimientos tales como proyecto de vida personal, tesis de grado, urbanismos, empresas, entre otros, de igual manera es necesario saber que dicho proceso esta sustentado por lo que se conoce como cultura organizacional entendiendo esta como el conjunto de pensamiento, costumbre, creencias, principios, valores, procedimientos y estructuras que forman un sistema propio de cada proyecto o emprendimiento, el cual es activado o dinamizado por las personas que lo integran. Esta activación debe ser sistemática, constante, responsable, oportuna y creativa con la finalidad de mantener la calidad y competitividad en su entorno social.

Alberto Peroza