diversas características según los factores internos y externos que lo
rodean en cada organización; internos como la cultura organizacional,
usuarios, nivel académico, espacios físicos, resultados de los
diagnósticos y evaluaciones, entre otros, y externos como leyes
vigentes, momentos políticos del país, lapso de producción según su
especialidad, clima, ubicación geográfica, entre otros.
En ese sentido los gerentes debemos combinar la planificación
establecida con la toma de decisiones oportunas y acordes con la
realidad del entorno, para así prever riesgos, perdidas,
desactualización o descontento por parte de los usuarios, todos estos
aspectos que influirán en la productividad integral o en la imagen
corporativa de la organización.
La evaluación continua es una herramienta gerencial para saber si las
metas y objetivos propuestos van en alineación con la planificación y
con la inversión integral realizada, lo cual nos mantendrá como una
organización sustentable, rentable, competitiva y de calidad que
garantice beneficios sociables, económicos y ambientales a todos sus
usuarios y por ende a la sociedad.